Día de muertos: La leyenda de las lagañas de perro

Día de muertos: La leyenda de las lagañas de perro

Teacher
Charo N.
The lesson is past

LAS LAGAÑAS DE PERRO

Hace mucho tiempo una señora vivía en un pueblo de Veracruz, vivía sola porque su esposo ya había muerto y sus hijos se habían ido a otro lado a vivir.

Esta señora tenía como cincuenta años y, aunque su pelo estaba blanco, ella aún estaba fuerte, y se veía que no era de esas personas que se espantaban con facilidad; además, se hallaba bien protegida: tenía dos grandes perros que cuidaban su casa y no dejaban que ningún extraño se acercara.

La señora era madrugadora, se acostaba a dormir a las ocho de la noche y se levantaba a las seis de la mañana, pues tenía que trabajar en una pequeña milpa donde sembraba lo que necesitaba para comer.

Una noche, se acostó y trató de dormir. Afuera los perros ladraban. Durante mucho rato escuchó el ruido de los perros, pero ella no le dio importancia y finalmente, logró dormirse.

Así pasó una semana y todas las noches los perros ladraban. La señora casi no podía dormir por los ladridos. Cada día se preocupaba más al oírlos, ya que alguien podría andar rondando su casa.

Después de unos días, ya cansada, en cuanto empezaron a ladrar los perros, salió a ver qué pasaba. Por más que se fijaba en la oscuridad, no veía ni oía nada. Al parecer nadie rondaba por su casa.

Al amanecer, le dio de comer a sus perros y les preguntó:

-¿Porqué ladran tanto por la noche? ¿Qué ven en la oscuridad que yo no puedo ver?

-Vemos muchas cosas que a ti no te están permitidas. Contestó el perro más viejo.

-Yo quisiera ver lo que ustedes ven, ¿podrían ayudarme?

-Para ver de noche necesitas de todo tu valor. Sí te podemos ayudar, pero cuando veas lo que nosotros vemos te vas a asustar.

-No me voy a espantar -dijo la señora- Díganme qué tengo que hacer.

-Bueno, tú lo pediste. En la mañana cuando te levantes no te laves la cara. Basta con que te pongas nuestras lagañas en los ojos durante siete días.

La señora hizo lo que los perros le indicaron.

Al séptimo día, el perro más grande le volvió a hablar:

-Esta noche, cuando nos escuches ladrar, sales a ver lo que nosotros vemos.

La señora se fue a dormir. Cerca de la media noche oyó que los perros ladraban, entonces se levantó y fue a ver, no se imaginaba lo que le esperaba.

Al salir y dirigir la vista hacia donde ladraban los perros, vio a la muerte, que bailaba al son de una música fantasmagórica. Vio a un jinete vestido de negro, que cabalgaba un caballo azabache de ojos rojos, y a una mujer vestida de blanco que lanzaba gritos de dolor. Vio a un muerto al que llevaban a enterrar varios esqueletos y una cabeza humana flotando en el aire, vio muchas cosas horribles.

La señora no aguantó más y después de un rato, se metió corriendo a su casa y se acostó asustadísima. A la mañana siguiente todo estaba triste, gris; la señora no se había levantado y los perros lanzaban melancólicos aullidos. Un par de días más tarde, un vecino fue a buscarla, extrañado de no verla trabajado en su milpa. Se dirigió a su casa, encontró la puerta entreabierta y se metió. Adentro una estampa terrible: la señora había muerto y en su cara se reflejaba el espanto.

Por esa razón, hay que hacer caso a lo que sabiamente advirtieron los perros a la señora: hay cosas que es mejor no ver, aunque nos gane la curiosidad.

 

 

Imagen tomada de: vamzzz.com

Discussion

Sandra M. commented 1 year ago
Charo N. commented 1 year ago
¡Yey! gracias Sandra :D
Charo N. commented 1 year ago
Aquí la historia de Hachiko: https://www.youtube.com/watch?v=_J-RbUNoBpA

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